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lunes, 10 de septiembre de 2012

Chris Stevens (Doctor en Alaska / Northern Exposure, CBS, 1989-1995)

Chris es nuestro locutor local. Un ex-convicto, autodidacta, ministro laico con una pasión por lo trascendente.



«Chris por la mañana» en la 5.70 de la onda media. La voz del condado en la K-OSO:


«En ese estado de lucidez alucinada no solo vieron las imágenes de sus sueños, algunos vieron las imágenes soñadas por otros», eso es de Gabriel García Márquez, Cien años de soledad, y parece que hay precedentes de este intercambio de sueños.


Quiero decir, ¿será así ahí fuera? ¿Quizás soñemos constantemente los sueños de otros? ¿No será que el mundo del subconsciente sea realmente colectivo? ¿No son tus miedos mis miedos, no son tus deseos mis deseos? ¿No bebemos todos de la misma copa humana?


Esto es lo que Carl Jung decía al respecto: «Toda conciencia separa, pero en los sueños tomamos la apariencia de un hombre más universal y verdadero y eterno que habita en la oscuridad de la noche primitiva. Allí él sigue siendo eterno y lo eterno está dentro de él, indistinto de la naturaleza y carente de todo ego. De estas profundidades que todo lo une emerge el sueño, sea infantil, grotesco o inmoral».


Chris Stevens: ¿Qué pasa, has renunciado a la pintura? Pensé que lo llevabas estupendamente.

Holling Vancoeur: Ahora ya no me hace ilusión.

CS: Ilusión... Puede que sea un desánimo pasajero; las típicas dudas del temperamento artístico.

HV: Ese no es el problema, Chris. Por mucho esfuerzo que invierta en mis pinturas no creo que se puedan calificar como «arte».

CS: ¿Qué es arte, Holling? ¿El de Da Vinci? ¿El dadaísmo? ¿Si envuelves la torre Eiffel en papel higiénico, eso es arte?
HV: Yo no sabría darte una definición exacta, pero quizá Maurice sea capaz de explicártelo con más precisión.
CS: Ya. Me sorprende que te dejes influir por sus opiniones porque él no es quién para juzgar tus aptitudes. ¿Tanto te afecta su crítica?
HV: Escucha, empecé a pintar porque disponía de tiempo libre. Lo probé después de nacer la niña y estaba tan entusiasmado que llegué a pensar que de hecho tenía talento...
CS: ¿Y ahora crees que no?
HV: La verdad es que Maurice me echó un jarro de agua fría.
CS: Comprendo el problema que tienes, Holling. Estás confundiendo el producto con el proceso. A la hora de evaluar muchas personas se refieren al producto al margen de que les guste o desagrade. Eso no es arte, es el resultado del arte. El arte, según el grado en que podamos valorarlo, y no sé si podemos, es un proceso, ¿no? Y empieza aquí, con esto [señala su cabeza] y con estos [sus ojos]. Como dijo Picasso, el puro acto plástico es secundario. Lo que en realidad cuenta es el drama que acompaña a ese acto. El momento exacto en el que el universo se desmorona y encuentra su destrucción. 
HV: Bueno... Me animaría que la gente apreciara mis esfuerzos.
CS: Sí, por supuesto, y precisamente conviene que los dediques al proceso de pintar en vez de centrarte en el resultado.

5 comentarios:

  1. Buenísima cita...desde el principio hasta el final...Apasionante mundo el de los sueños y, si cabe, más apasionante aún el mundo que habita en la cabeza del artista...aunque, quizá, todo esta conectado, ¿no?

    Muchos besos

    Bego

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  2. Todos conectados, artistas y no artistas, imaginación y sueño, a través de ese algo que es "indistinto de la naturaleza" porque se inserta en los seres, en la realidad material, y genera ese movimiento. No es material y no tiene voluntad; los chinos primitivos lo llamaban tao.

    En fin, que me enrollo. Quería recuperar algunas reflexiones de esta gran serie. Gracias. Besos.

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  3. Me gusta la idea. Decían los segundos románticos que el poeta sólo es poeta porque escribe, pero que todos sentimos lo mismo...sí, la imaginación y el sueño, que nos conectan y que nos ayudan a pintar un poco la realidad...

    Besos

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  4. Atreviéndome a corregir a los románticos, yo diría que el poeta lo es porque es capaz de (d)escribir lo que todos sentimos. Y no solo es capaz, sino que acepta vivir en esa intemperie de sentimientos. Doblemente admirable.

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  5. Jajaja...aunque estés corrigiendo al mismo Bécquer, por esta vez te lo voy a perdonar. De hecho, no es demasiado diferente lo que tú dices: todos sentimos, pero el poeta es el que es capaz de escribir eso que sentimos (me parece que fui yo la que se expresó mal y simplificó las palabras del maestro...mea culpa). Entraría dentro de todo ese debate de si los poetas sienten más que el resto o no...pero hoy soy yo la que no se quiere enrollar.
    Besitos

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