...blog literario de rubén rojas yedra

sábado, 21 de diciembre de 2013

"Democracia", "Crueldad infantil", "Más allá de las notas" y "Carpe Diem" (7/12), en Otras palabras

Democracia, Crueldad infantil, Más allá de las notas y Carpe diem (p. 20) forman parte de la Revista Literaria Otras Palabras, núms. 20-21, de diciembre de 2013.


Todos los números de revista pueden adquirirse en los recitales y en la página web. Las novedades pueden seguirse en el blog.

Agradezco la inclusión al equipo de Otras Palabras y en especial a la editora Begoña Regueiro.

viernes, 6 de diciembre de 2013

"Expiación" (6/12)

La risa un poco ronca y una barba que siempre pincha. Salvando estos detalles, la figura del museo de cera es idéntica a mi esposo fallecido. Revestida de recuerdos, su contemplación ejerce sobre mí una poderosa atracción. Frente a ella puedo distinguir su antigua fortaleza y su virilidad, sus gestos faciales atrapados en un rostro endurecido. Percibo una llamada desesperada desde lo más hondo del muñeco. El dueño, advertido de la situación, insistió en regalármelo. Acepté. He colocado a mi marido sobre la chimenea con la esperanza de que el calor de las llamas ablande su tristeza y mi remordimiento.

*Expiación ha sido elegido incluido en el libro La Parca de Venus y otros cuentos (Creamos Talentos Literarios, 2013). En noviembre de 2012 fue uno de los 10 finalistas del Certamen de Microcuento Fantasti'cs12

El libro que recopila los textos del concurso puede comprarse en la web de la librería Argot.

domingo, 1 de diciembre de 2013

"Desenlace" (11/13), en Pseudònims

Desenlace forma parte del último número, el 50, de la revista digital Pseudònims. Este mes el tema propuesto es CORONACIÓN.
...investidura, solemnidad, ceremonia, proclamación o c'est finni.

martes, 19 de noviembre de 2013

"Apuntes para un lienzo" (5/12), en La Microbiblioteca

Apuntes para un lienzo es finalista del mes de octubre (llegó a las deliberaciones finales) de la III edición del Concurso de Microrrelatos de La Microbiblioteca.

El jurado se compone de personal de la biblioteca Esteve Paluzie de Barberá del Vallés y por ocho directores/as de biblioteca, a quienes agradezco que hayan escogido este microrrelato.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Xesc López (Castelldefels, Barcelona, ESP)

La mancha



Hoy mamá va a probar con la pistola quitamanchas, dice. Sólo quiere que asuma no sé qué, lavar el honor familiar. Ayer lo probó a gritos pero no funcionó. Una mancha en el honor es algo serio y hay que arreglarlo antes de que se le note y empiecen las habladurías.

Él sigue ahí, encaramado en el balcón de su casa, frente a la nuestra, riendo, con los calzoncillos por fuera, como los superhéroes. Mi hermana sigue llorando en su habitación por lo de la mancha, así que yo he puesto balas de verdad porque, ni a los superhéroes ni al honor les hace mucho el detergente concentrado.


Una historia real

Son las cinco de la madrugada. Una avenida desierta recibe al hombre del traje impoluto. No se observan otros sujetos circulando. Espera firme hasta que el semáforo anuncia vía libre. Arranca con estrépito de cuero quemado. Parte de las suelas del calzado italiano quedan en la acera. El ruido no es suficiente para advertir al único vehículo que cruza el carril en ese instante. La colisión es seca y fría. El cuerpo del conductor sale despedido a través de la luna delantera. Los faros del coche iluminan un rostro rojo, como el semáforo. El peatón se da a la fuga.



Fotografía: Susana Forés


Paternidades

Yo, señor, se lo he dado todo a mi hija: le di mis ojos glaucos; le di una nariz, grande y un tanto aguileña, cierto, pero nariz al fin y al cabo; buena educación en un entorno estable; felicidad y amor; noches de vela y guarda inquieta; dinero cuando le hizo falta y hasta un seiscientos para su primer trabajo y novio. Todo lo que ha estado en mi mano, como padre abnegado, se lo he concedido. Todo, excepto la médula ósea. La del abogado de la que ya es mi exesposa, resultó ser más compatible. Con lo mal que me caía al principio, y ya ve usted qué majo.


Tríptico


Lleva horas durmiendo en su cunita como un ángel, mientras crece la noche, y las plañideras, frente a siete velas, lloran a tres reales la hora. La letanía de rezos y llantos inunda la sala que el difunto preside desde el centro, igual que en vida, con claro semblante tirano. La muerte no es una circunstancia definitiva sino para quienes esperan el cielo, dicen. Y ella, retirada en la penumbra, reza para que ese cielo sólo sea espacio lleno de estrellas.

El llanto del bebé la interrumpe. Se acerca siseando mientras prepara el pecho. Sólo él tiene motivos para llorar.

sábado, 9 de noviembre de 2013

"Apariciones" (10/13), en Pseudònims

Vuelve Pseudònims, penúltima entrega, con el tema manchas...

máculas, salpicaduras, lunares, deshonras, ultrajes, infamias‏... y humedades.

Apariciones participa en este número 49, páginas 38-39.




viernes, 1 de noviembre de 2013

"Olimpo" (10/13)

Olimpo participa en el concurso de Esta noche te cuento. El tema de octubre: Cita con la muerteLee aquí la entrada en el blog de ENTC.

domingo, 27 de octubre de 2013

Rocío Romero Peinado (1972, Barakaldo, Bizkaia, ESP)

Cobijar


Me gusta contemplarlos a esta hora callada de la noche. Procuro no despertar a mis habitantes para desentumecerme en la intimidad de mis muros, pero a veces bostezo con fuerza y el aire se filtra por chimeneas y rendijas. «Tranquila, amor, es el viento», dice el hombre, pero ella lo sabe y mira mis vigas de madera oscura que crujen delicadamente. 


Es una familia hermosa, ésta que albergo. Los adultos gráciles, comedidos, se aman sin estrépito de vez en cuando. Mi favorita, sin embargo, siempre fue la menor de las tres niñas, la pequeña de rizos anchos que subía a mi desván sin un titubeo, apoyando aún los dos pies en cada escalón, para dibujarme entre el polvo con los dedos pegajosos. 

No sé qué me invadió para envidiársela así, para anhelar siempre sus besos sobre el cristal de mis ventanas y sus mejillas —blandas, cálidas— que apoyaba en el suelo mientras jugaba a que yo era palacio y ella princesa cautiva. 

Y ahora, aunque las demás han crecido ya, la mujer que llora sigue llamándola por las estancias del ala principal y todavía se asoma bajo las camas. Y mi niña, aquí conmigo, se pone triste y la lluvia gotea muy suave por mis aleros. 


Lo que tiene la lluvia 

Cuando llueve ceniza, papá se comporta de un modo extraño. Sonríe como los bobos y se sobresalta por nada. Sale a la terraza, comprueba si ha parado. A menudo recoge un pellizquito de polvo gris, lo olisquea entre los dedos, inspirando profundamente, y lo esconde en el bolsillo del chaquetón. 

A mamá, en cambio, le encanta la lluvia de pétalos. Cuando era pequeño cualquier ocasión era buena para cubrir las aceras. Si tenía un nuevo amigo, si me comía toda la fruta, nos asomábamos juntos por mi ventana y dejábamos caer aquella tormenta suave de colores. Ahora sólo baja los sábados de mayo a llorar a las novias desde el primer banco del parque. «Te llueven los ojos», le digo, y ella sonríe un poco. 

Algo tendrá la lluvia. Mi favorita es la que moja, la lluvia de invierno que barre las calles, la que azota, la que me limpia la cara mientras miro hacia arriba con la boca abierta, la que revive las flores, la que consigue apagar esos fuegos que enciende papá. 


Burbujas 

Me acerco al borde y el niño sumergido me mira desde el fondo, muy quieto. Si se pone serio, con los ojos abiertos y fijos, no da tanto miedo, aunque no parpadee y tenga los labios de color morado. Tiene una mata de pelo castaño que se mece ligeramente, en paz, como una población de algas finas y oscuras sobre un lecho de coral azul. Debe de ser muy suave; por un momento casi me dan ganas de extender la mano y dejarme caer allá abajo, despacio. 

Cuando se ríe, la caravana de burbujas que salen de su boca rompe la superficie con fuerza y hace que el agua parezca hervir. Se oye un revuelo de ecos en mi cabeza, un zumbido sordo y nítido, que me hace temblar. Imagino que soy un calamar gigante sorprendido por la sirena de un submarino. Su sonido me alcanza cargado de presión, de borboteos, de pequeñas explosiones que parecen sonarme por dentro y estremecen mis tentáculos, si los tuviera. 

Todo eso se oye cuando ríe. Todo menos su risa, la que sonaba cuando estaba vivo. Y es entonces, al recordar que no es él, cuando empiezo a chillar como un loco y corro hasta la casa a esconderme bajo el hueco de la escalera. Y mis gritos, por fin, acallan el ruido de la sirena, pero no me doy cuenta y mamá viene a regañarme por el escándalo. Me mira, me toca la ropa y el pelo empapados y me abraza. Y me recuerda que mi amigo ya no está, que ya no es. Y me lleva hasta el borde aunque yo no quiero y allí no hay nadie.Y me promete al oído que este verano cercaremos la piscina con una valla muy alta, de madera blanca, para que no se caiga nadie y para que nunca, nunca, encuentre más niños muertos que se ríen en silencio desde el fondo.

"Pescados", Manuel Rojas

Aullidos

Para aullar a la luna los niños tienen que saber de la noche. Saber. Es preciso, además, un instinto de supervivencia voraz, con dientes puntiagudos, muy blancos. Para aullar, para pasar a ser eso otro que gruñe y desuella, hacen falta garras. Pero deben ser garras con filo preciso, talladas a cuchillo por una mano adulta. 


Primera lección 

Al diablo lo que le gusta es andar así, fingiendo realeza sobre la cubierta de aquel yate, estremeciéndose al contacto con nuestra especie. 

Cuando una joven lo mira de ese modo, ya sabes, los ojos entornados y los labios húmedos, él detiene un instante el tiempo. Avanza entre sus súbditos inmóviles, se acerca a la muchacha ―camarera o princesa― y coloca su uña en llamas sobre el pecho izquierdo, a pocos centímetros por encima del pezón. Después olisquea su sexo para reconocerla como suya cuando llegue a sus dominios, junto con todas nosotras. 

Blog personal: Contando las horas

miércoles, 23 de octubre de 2013

"Convivencia" (3/12)

—¡Nos tira de la ropa y nos hace daño! —lloraban mis hijas amargamente—. Yo me levanté del banco decidido a poner en su sitio al energúmeno en cuestión que no tenía nada mejor que hacer que molestar a los niños en el parque infantil. Cuando llegué a la piscina de bolas, un niño de unos nueve años se agarraba desesperadamente a los demás. Su sillita de ruedas navegaba a la deriva.

*Convivencia ha sido seleccionado para formar parte del libro Bocados sabrosos 3 como resultado del III concurso de microrrelatos que organiza ACEN, la Asociación Cultural de Escritores/as Noveles de Castellón. El libro tiene carácter solidario; los beneficios de la venta se destinarán a A.F.A. (Asociación de Familiares de personas con la enfermedad del Alzheimer y otras demencias de Castellón).

miércoles, 16 de octubre de 2013

"Una actriz (y un final contemporáneo)" (10/03)

Este mes de octubre de 2013 se cumplen exactamente 10 años desde que escribí mi primer cuento (o microcuento) con chinchetas.

Se llamó Una actriz (y un final contemporáneo) y es un relato de cuidada estructura que desprende ingenuidad, pero sobre todo se nota una tendencia mía a transitar estadios interiores y abstracción. Ni que decir tiene que mi escritura ha cambiado mucho desde entonces (al menos en intención). Sirva esta entrada como homenaje a quien supo reconocerse en esta actriz.

Pulsa aquí para leer Una actriz (y un final contemporáneo).

Fotografía de Susana Forés

martes, 15 de octubre de 2013

"Destrucción de pruebas" y "Twittera" (9/13)

Destrucción de pruebas y Twittera están en el grupo de los 143 seleccionados en el IV Premio de Nanorrelato del Taller de Escritores de un total de 6356 nanorelatos recibidos. 

La ganadora, Lita Rivas Folgar, se embolsó un premio de 400 euros. Enhorabuena.


Destrucción de pruebas

A la de tres soltamos al abuelo.

Twittera

La dejé. Ya no podía soportar sus 140 caracteres.


sábado, 5 de octubre de 2013

"Las tentaciones de San Antonio" (1/13), en Periplo

Las tentaciones de San Antonio forma parte del Vol. XXIII de la revista PERIPLO. El tema: ataraxia.

Con ataraxia hacemos referencia a un estado mental desde el cual se produce pensamiento y creación artística, es decir, desde el cual se parte y hacia el cual se llega.

Las tentaciones de San Antonio puede leerse en las páginas 104-105 (desde aquí) y se acompaña de una fabulosa ilustración a doble página de Elisa Macellari (blog personal: www.elisamacellari.com).


























































































martes, 1 de octubre de 2013

"Espíritu analógico" (7/12), en Pseudònims

En el mes de octubre, la revista digital Pseudònims se dedica al tema desfase. Espíritu analógico (#22), forma parte del número 48 (pp. 44-45). 

Pseudònims es una publicación digital, nada pretenciosa, pero elaborada con todo el cariño y mucho rigor. Es concisa, concreta, temporal y piensa que ya son más las que hubo que las que vendrán. 

Pulsa aquí para leer la entrada antigua de Espíritu analógico en {A con C}


lunes, 9 de septiembre de 2013

"Hoja de reclamaciones" (12/12)

Hoja de reclamaciones participó en el concurso de Microrrelatos Cuentos para el andénEl texto debía contener la frase "desde el andén". 

Los lectores que se registraran en el sitio web del club de escritura Fuentetaja podían votar Hoja de reclamaciones hasta el 30 de septiembre. Finalmente: 90 puntos en 216 lecturas. Gracias a todos los lectores.


domingo, 1 de septiembre de 2013

"Atracción" (3/12), en Psudònims

Atracción ha sido incluido en el número 47 (septiembre, 2013) de la revista digital Pseudònims. El tema del mes: EQUILIBRIOS.

Pseudònims es una publicación digital, nada pretenciosa, pero elaborada con todo el cariño y mucho rigor. Es concisa, concreta, temporal y, aunque conservando su naturaleza nórdica, parece bronceada.

Pulsa aquí para leer la entrada antigua de Atracción en {A con C}

lunes, 19 de agosto de 2013

"Insectos" (4/12)

Insectos participa en el concurso de Esta noche te cuento. El tema de agosto: insectos... 


Pulsa aquí para enlazar con la entrada en el blog del concurso; y aquí, para la entrada antigua de {A con C}.


miércoles, 31 de julio de 2013

Iván Teruel Cáceres (1980, Girona, ESP)

Contra el delito de hurto común 
(De antología, 2013)

En otoño, tras la lluvia, miles de caracoles diminutos inician la ocupación, lenta pero ambiciosa de los campos. Uno puede decidirse a salir a pasear por ellos, aun sabiendo que entonces cada paso describe la parábola de lo inexorable: la muerte múltiple bajo la superficie de una suela. Sin embargo, no es esa tragedia a pequeña escala lo que escarba en el interior de uno, sino el crujido coral que la certifica: ese crepitar liviano, casi evanescente que primero se ramifica por el aire tejiendo alfileres invisibles, después alcanza el oído y desde allí parece asaltar los goznes de la propia conciencia. 



Ese sonido se parece a otro de origen urbano: el chasquido que surge del aplastamiento de una cucaracha enorme que corretea por la acera de una ciudad. Existen diferencias, claro. La cucaracha está en movimiento. Y no tiene concha sino esqueleto interno. Esas dos variantes provocan que el crujido incorpore un matiz líquido y añada, en su trayecto hacia el oído, cierta reverberación. El sonido llega mucho más disuelto a la conciencia, que lo absorbe con naturalidad. 


Pues bien, no se me ocurre otra manera más aproximada de describirlo. Yo diría que en la confluencia de los chasquidos está la clave, que así suena, cuando está en funcionamiento, la nueva máquina de triturar manos.


El maquinista

Vuela demasiado bajo. La gaviota roza la furgoneta que viene de frente y describe en el aire un escorzo desequilibrado. Cae en mi carril. Esas décimas de segundo hasta que la atropello me provocan un vivo estremecimiento. Porque queda delineado, diáfano, el perímetro de la existencia. Y porque su transposición resulta inminente e inevitable. El momento es intenso, trágico, turbador. De repente, alcanzo a comprender esa mezcla de horror y perplejidad que a veces traía mi padre en los ojos cuando llegaba a casa. No era tanto el hecho de atropellar a un suicida como la conciencia nítida de no poder hacer nada por evitarlo.


Una apacible tarde de verano

Piensen en un frenazo agudo, de esos que taladran la conciencia de cualquiera. Interioricen a continuación el sonido que produce un saco de piedras contra el suelo. Recuerden también cómo se encoge un gusano cuando siente una amenaza, pero sustitúyanlo por tres corazones. Ahora viene lo más duro: imaginen a tres madres que hablaban distraídas en el parque y que ahora corren, con un llanto espeso en la garganta, hacia la carretera que hay tras los setos. La escena es terrible, sí. Sobre todo, porque, cuando lleguen al lugar del atropello, dos de ellas no podrán evitar sentir una dolorosa sensación de alivio.


Claro de bosque
A Dani García

Fue terrible. Como tantas otras noches, llegamos al claro de bosque con el deseo abriéndonos la carne. Y aparcamos el coche donde solíamos, frente a los chopos. Ella fue la primera en darse cuenta: había una rosa fresca atada a uno de los árboles, y alrededor de él, en el suelo, seis o siete velas formando un círculo. Esa imagen reventó mis nervios. Arranqué para irme, pero ella bajó del coche. La llamé con un grito que inundó de pánico la madrugada. Cuando me decidí a bajar, la noche la había engullido. No sé cuánto tiempo permanecí fuera, con el miedo repiqueteando en mis músculos. Oí un correteo múltiple, un sonido seco de cuerpos en lucha y, al final, los gritos de ella, tan desgarradores como ambiguos. Los ruidos cesaron. Y momentos después surgió de nuevo ella, escupida por la oscuridad. Volvía desgreñada y medio desnuda, magullada. Se montó en el coche antes de que pudiera acercarme a ella. Después subí yo. Tenía los ojos extraviados, pero en su rostro había matices de una belleza indefinible, como el rastro de un éxtasis. Permanecimos en silencio. La llevé a su casa. Y al bajar del coche me dedicó las últimas palabras que recuerdo de ella: «Maricón de mierda». 


Fotografía: Mercedes Molero


Los humanos

Cada ruido era como si intentaran arrancarnos los nervios de raíz. A eso nos habían acostumbrado: a una duermevela permanente y desquiciante. Sin embargo, la otra noche yo ni siquiera estaba colgado en ese balanceo de la conciencia. Me había levantado a bajar la persiana, y, al hacerlo, las láminas habían crujido. Entonces el perro ladró. Y fue un ladrido impregnado de un miedo y un dolor antiguos. Aunque de eso solo me di cuenta más tarde. En aquel momento creí que el perro se había sobresaltado al oír cómo chirriaba la persiana. Me equivoqué. Y cuando quise reaccionar, ya habían entrado. Avanzaban imparables por el pasillo. 

Blog personal: La tijera de Lish

lunes, 22 de julio de 2013

[Sin título] (1/13)

Esta es mi aportación al concurso de Esta noche te cuento. El tema del mes de julio: preferiría no hacerlo...

martes, 9 de julio de 2013

"El gusano de las manzanas" (5/13)

Lucas estaba enamorado de su profesora y aquel día le regaló una manzana. No sabía que su obsequio llevaba dentro un gusano. A la hora del recreo la profesora mordió la fruta y dejó al descubierto la guarida del inquilino. Sintió un breve escalofrío y escupió el trozo mordido. A la vuelta del recreo Lucas comprobó con decepción que la manzana estaba en la papelera. Como su profesora no estaba, la cogió excitado y se la llevó a casa. Allí la colocó en un lugar preferente de su escritorio, donde podría disfrutar mejor del dibujo del mordisco, comprobar a su antojo la perfección de tan deseada dentadura. El gusano permanecía oculto, ajeno a las imaginaciones del niño, y continuaba escarbando sin remedio hacia el corazón de la manzana. En unas semanas la manzana estará podrida, pensaba Lucas. Ya no se verá la marca del bocado y habrá muchos más gusanos de los que caben en el bolso de la profe.

*El gusano de las manzanas fue el Microcuento con Chinchetas con el que participé en la III Megaquedada Microrrelatista allá por mayo. Si pulsas en la imagen del gusano marcapáginas (cortesía de yedrafimo) vas directo a la entrada correspondiente en el blog de la III Megaquedada. 

lunes, 1 de julio de 2013

[Sin título] (1/13) y "Última ficción" (6/13), en Pseudònims

En el número 45 (tema: IMPASSE), la revista digital Pseudònims ha incluido [Sin título] (#32 - páginas 8 y 9) y Última ficción (#13 - páginas 58 y 59).

Un mes más, agradezco la oportunidad al equipo de redacción de la revista de ver mis textos acompañados por imágenes.


¿No es esta la suspensión que experimenta 

la viejecita que tomaba el sol

en la Primavera de Robert Walser?


domingo, 30 de junio de 2013

"La memoria inventada" (1/10)

La memoria inventada es uno de los cinco finalistas del XIX Premio Literario Energheia-España 2013, que organiza una asociación cultural de Matera (Italia).

El jurado español ha estado compuesto por Fernando Clemot, Ginés S. Cutillas, Jordi Gol, Álex Chico, Juan Vico, Iván Humanes y Carolina Figueras (leer acta). En la fase final, un jurado italiano ha decidido que el ganador es Pablo Lobo.

Pulsa aquí para leer la entrada antigua en {A con C} o aquí para enlazar con la entrada en la página de la asociación cultural.


viernes, 21 de junio de 2013

"Habanera" (9/12)

Mecido con deleite por la melodía de una habanera, Domingo se perdió en un sueño plácido y verdadero. Fue su esposa quien se apresuró a apagar la radio.

*Habanera ha sido ganador semanal del concurso de Microrelatos que organizan Radio Castellón de la Cadena Ser y la Librería Argot de Castellón (semana 17-21 de junio). No debían superarse los 730 cc y contener una frase dada (en este caso, con deleite).



miércoles, 19 de junio de 2013

"Consuelo de familia" (11/12)

Consuelo de familia ha sido elegido finalista en el V Concurso de Microrrelatos Caseros que convocan las bibliotecas públicas municipales del Ayuntamiento de Madrid

En un máximo de 100 palabras, el relato tenía que desarrollarse dentro de un tipo de vivienda, cuyo nombre debía figurar en el cuerpo del relato.

Aquí la entrada original de Consuelo de familia en {A con C}

jueves, 13 de junio de 2013

"Caja cerrada", "El adversario" y "Contactos", en Mis ojos hacia dentro

Caja cerrada, El adversario y Contactos han sido elegidos para publicar en el nuevo blog literario Mis ojos hacia dentro que administra Francisco Manuel Marcos Roldán. Además, dos de ellos han sido ilustrados por su esposa Carmen Martínez.

Pulsa en la imagen para enlazar con la entrada en el blog Mis ojos hacia dentro.



Desde aquí doy las gracias a Francisco y a Carmen por su dedicación y su generosidad y les deseo mucha suerte en sus aventuras blogueras.

Entrada antigua en {A con C} de Caja cerrada, El adversario y Contactos.

sábado, 8 de junio de 2013

"Tac-tic" (5/13)

El cabo Hopkins repartía las cartas con la izquierda y empezando por su derecha. (Tac-tic). El reloj de muñeca marcaba los tiempos de la partida. En la caseta, los soldados bebían cerveza mientras limpiaban sus fusiles tumbados en sus literas. Calma total, cielo despejado y calor. (Tac-tic). Los generales de mayor edad habían conocido las grandes guerras, las revoluciones sociales y las mayores crisis. Presumían de estar preparados para iguales retos. (Tac-tic). Yo miraba la foto de mi mujer y mi hijo y deseaba volver a casa para tranquilizarles; para hacerles entender que el mundo se dirigía inexorablemente hacia su Nacimiento.

*Tac-tic ha sido leído por Ana Vidal en el programa de Onda Cero La Palma, Soles en el Ocaso, junto a los microrrelatos de otros compañeros dedicados al tema del tiempo. Escucha aquí el audio del 7 de junio. Tac-tic puede oírse a partir del minuto 16'.

viernes, 7 de junio de 2013

Francisco Manuel Marcos Roldán (1970, Sabadell, ESP)

Pulsa en la imagen para agrandar el texto.

Ilustración de Rosa Yáñez (rositafraguel.blogspot.com.es)

Otro tipo de arte



Desde el momento que el mago prepara su actuación la magia lo envuelve, hace aparecer y desaparecer todo lo que toca con sus manos. La mentira la transforma en ilusión óptica, disfrazada de pura magia. Cuando acaba los ensayos coge la chistera, la varita, el traje, los guantes, el conejo y todos aquellos utensilios que necesita para su actuación. Y es entonces cuando viene el verdadero reto, el verdadero esfuerzo, la síntesis y el fruto de todo su trabajo, engañándonos, con el movimiento de sus manos. Ensancha sus pulmones, hace por superarse, ofrece pasos mágicos, palabras que empujan con ímpetu su actuación, ofreciendo un espectáculo visual inmejorable, embaucándonos. Sonríe ante el público, y siente el calor de los aplausos, es la mejor recompensa cuando acaba su engaño. Todos se marchan felices y contentos, por haberlo visto magistral, mientras él no es capaz de dormir por las noches pensando la forma de seguir mintiéndonos.


Ilustración de Rosa Yáñez (http://rositafraguel.blogspot.com.es/)