Y por eso, embobarse con las cremalleras que de izquierda
a derecha corren y descorren la playa es tan sublime como hacer sonar los címbalos
alrededor de un sembrado de habas hasta que te sangren los dedos.
Si ninguna palabra tumba a nadie
si las líneas punteadas que hay al final
del manual están contadas,
si eso es lo estipulado
voy a
devorar mi ración
de antimateria
antes de
desaparecer
Yo, nadificando, nadificando en la nada.
Fragmento de Rosas, restos de alas (2008)
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